Durante casi 30 años Carlos Álvarez-Montero ha llevado su cámara a diferentes latitudes para seguirle el rastro a lo que sobrevive como auténtico en un mundo que busca estandarizar nuestras potencias vitales. “Somos lo que hay” explora la identidad líquida de lo mexicano en constante movimiento, que no es definitiva, que cambia y se transforma dependiendo de quién y cómo se mire, una identidad construida por cada unx a partir no solo de su propia historia, geografía, cultura o economía si no también de lo compartido. En esta búsqueda radical por descifrar el origen de esa identidad encontramos en el ritual el espacio donde la comunidad resuena. Desde los templos, las calles, hasta las pistas de baile los rituales son el reencantamiento del mundo que habitamos. El ritual abre un espacio en donde nos reconocemos como iguales, donde se desarrolla nuestra capacidad para vincularnos de forma sincera, nos ayuda a mirarnos en el otrx, a reconocer al otrx de forma auténtica, en la fiesta la vida se mira a sí misma. Los rituales son vida compartida.